miércoles, 23 de febrero de 2022

Curso Electivo Filosofía Política - Presentación 1

ACLARACIONES PREVIAS: 

El presente blog de Curso Electivo Filosofía Política está destinado para quienes lo sigan según el documento oficial del Ministerio de Educación. El curso contiene cuatro Unidades y despliega propuestas de actividades con instrucciones y preguntas específicas. He tratado de respetar al máximo las indicaciones así como de poner los enlaces e hipervínculos a recursos en la WEB.  

Por lo tanto, aquí está el programa como propuesta, pero en formato blog, puesto para quien quiera utilizarlo. Es más una adaptación del documento referido, a este formato. 

Las dos primeras entradas consisten en la fundamentación y descripción del curso, cuya lectura es especialmente recomendable para los docentes que deban impartir este curso. No obstante, aquí solo he pretendido transcribir lo que me parece esencial. Hay otros textos que he omitido para este blog. .

 

PROPÓSITOS FORMATIVOS DE ESTE CURSO

Esta asignatura de profundización está dirigida a estudiantes interesados en pensar filosóficamente la política; es decir, en reflexionar crítica y metódicamente acerca del sentido de la vida en comunidad y del poder en las relaciones humanas y la sociedad. Se orienta a alumnos inquietos no solo por el estado actual de la realidad política y social y sus desafíos, sino también por los principios y valores que fundamentan diversas formas de organización política, y por el poder presente en las relaciones interpersonales y sociales. Para explorar estos temas y preguntas, se usará el diálogo filosófico y el estudio de pensadores y textos de diversas tradiciones y épocas.

El estudio de este electivo de profundización permite examinar la política como una dimensión fundamental de la vida en sociedad, que se vincula con nuestra experiencia cotidiana. Por esto, debe ser pertinente y sugerente para los alumnos reflexionar sobre las formas de organización social y económica y sus respectivos intereses, o sobre la naturaleza del ser humano y el concepto de bien común. Esta asignatura es el espacio, además, para ahondar en problemas fundamentales de la filosofía política, como: ¿Qué relación existe y debería existir entre política y moral? ¿Qué es el poder, cuáles son sus límites y sus formas de realización y legitimación? ¿Cómo se expresa el poder en la desigualdad social y económica? ¿Cómo se relacionan la política y la economía? ¿En qué se diferencian las formas de gobierno y qué ventajas guardan unas respecto de otras? ¿Cómo se relacionan los intereses personales con el bien común? ¿Qué rol juegan los medios de comunicación en la política? ¿Cómo se debiese concretar los ideales de justicia, igualdad y libertad?

Al pensar filosóficamente en torno a estas preguntas y conceptos, se pretende fortalecer la capacidad reflexiva y crítica de los estudiantes en torno a fenómenos políticos que les sean cercanos, e introducirlos a textos y teorías relevantes para el desarrollo de la filosofía política. Desde el punto de vista actitudinal, esto ayuda a formar jóvenes capaces de situarse de manera libre y consciente ante la realidad política y sus relaciones con los demás, con amplitud de perspectivas, rigurosidad filosófica y capacidad para participar en el mejoramiento de la vida personal y social.



APRENDIZAJE PARA LA COMPRENSIÓN

La propuesta metodológica de los Programas de Estudio tiene como propósito el aprendizaje para la comprensión. Entendemos la comprensión como la capacidad de usar el conocimiento de manera flexible, lo que permite a los estudiantes pensar y actuar a partir de lo que saben en distintas situaciones y contextos. La comprensión se puede desarrollar generando oportunidades que permitan al alumno ejercitar habilidades como analizar, explicar, resolver problemas, construir argumentos, justificar, extrapolar, entre otras. La aplicación de estas habilidades y del conocimiento a lo largo del proceso de aprendizaje faculta a los estudiantes a profundizar en el conocimiento, que se torna en evidencia de la comprensión.

La elaboración de los Programas de Estudio se ha realizado en el contexto del paradigma constructivista y bajo el fundamento de dos principios esenciales que regulan y miden la efectividad del aprendizaje: el aprendizaje significativo y el aprendizaje profundo.

¿QUÉ ENTENDEMOS POR APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO Y PROFUNDO?

Un aprendizaje se dice significativo cuando los nuevos conocimientos se incorporan en forma sustantiva en la estructura cognitiva del estudiante. Esto se logra gracias a un esfuerzo deliberado del alumno por relacionar los nuevos conocimientos con sus conocimientos previos y es producto de una implicación afectiva del estudiante; es decir, él quiere aprender aquello que se le presenta, porque lo considera valioso. Para la construcción de este tipo de aprendizaje, se requiere efectuar acciones de mediación en el aula que permitan activar los conocimientos previos y, a su vez, facilitar que dicho aprendizaje adquiera sentido precisamente en la medida en que se integra con otros previamente adquiridos o se relaciona con alguna cuestión o problema que interesa al estudiante.

Un aprendizaje se dice profundo solo si, por un lado, el aprendiz logra dominar, transformar y utilizar los conocimientos adquiridos en la solución de problemas reales y, por otro lado, permanece en el tiempo y se puede transferir a distintos contextos de uso. Para mediar el desarrollo de un aprendizaje de este tipo, es necesario generar escenarios flexibles y graduales que permitan al estudiante usar los conocimientos aplicándolos en situaciones diversas.


LA EXPERIENCIA COMO PUNTO DE PARTIDA

La filosofía y el aprender a filosofar debe arraigarse en experiencias vitales propias de todo ser humano, y que sean significativas y pertinentes para los jóvenes. Por lo tanto, su punto de partida son estas vivencias y ciertas preguntas que el pensamiento, incluso sin mediar una reflexión temática o un conocimiento de autores, se puede llegar a plantear por sí mismo. La filosofía se plantea como una actividad propia del ser humano y necesaria para su desarrollo integral, y no como una disciplina ajena a las preguntas y experiencias cotidianas. Con todo, debe evitar confundirse con el mero enunciado de experiencias; debe procurar problematizarlas, darles sentido y analizarlas metódicamente.


EL DIÁLOGO FILOSÓFICO

La práctica del diálogo tiene profundas raíces en la historia de la filosofía y posee un gran potencial didáctico para las asignaturas, ya que pone en juego habilidades filosóficas fundamentales: la capacidad hermenéutica de comprender lo que dice el otro, el pensamiento lógico-argumentativo, el pensamiento crítico y creativo, y la apertura de las propias ideas en oposición a las ideas de los demás, entre otras. El diálogo supone valorar el desacuerdo y reconocer los límites, requisitos y reglas de la argumentación filosófica. Además, requiere tener disposición a recibir contraargumentos, escuchar otras interpretaciones fundadas sobre un mismo asunto y respetar argumentos, ejemplos o analogías que otros proponen y que representan perspectivas diferentes a las propias.
Así, el impacto del diálogo también alcanza al campo de los valores y actitudes, pues exige que quienes dialogan se escuchen atentamente, se pongan en el lugar del otro, aprendan a aceptar la existencia de distintos puntos de vista, respeten la diferencia y experimenten la construcción del conocimiento como una experiencia colectiva.


LECTURA Y ESCRITURA DE TEXTOS FILOSÓFICOS

La lectura debe ser inquisitiva y crítica frente a una pregunta o un problema, y también debe facilitar un diálogo filosófico. La lectura crítica de textos se entiende como parte de la práctica filosófica y no como un medio para llegar a ella.

La escritura se concibe en filosofía como un modo de ensayar respuestas, ordenar ideas considerando su sentido y causalidad, y justificar una posición abierta al diálogo con otro. Es una instancia de encuentro consigo mismo y con autores. La escritura exige rigurosidad en la formulación de ideas, organización conceptual y claridad argumentativa.

MÉTODOS FILOSÓFICOS

Existen métodos presentes en la historia de la filosofía a los que es posible acudir para su enseñanza, con el fin de potenciar el pensamiento crítico, la creatividad y, en suma, el filosofar. La mayéutica socrática, la hermenéutica y la fenomenología, por ejemplo, ofrecen herramientas para que los estudiantes puedan observar y describir fenómenos, formular preguntas e interrogaciones cruzadas, discutir dilemas éticos, entre otros. Los métodos de la filosofía aportan igualmente al desarrollo de la creatividad, en la medida en que permiten ampliar la manera como pensamos respecto de una situación o un concepto, por medio del uso de metáforas y analogías o de formular situaciones hipotéticas.

APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS Y RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS E INTERDISCIPLINAS

El Aprendizaje Basado en Proyectos promueve que se organicen durante un periodo extendido de tiempo en torno a un objetivo basado en una pregunta compleja, problema, desafío o necesidad – normalmente surgida desde sus propias inquietudes– que pueden abordar desde diferentes perspectivas y áreas del conocimiento, fomentando la interdisciplinariedad. 

 
El proyecto culmina con la elaboración de un producto o con la presentación pública de los resultados. En el Aprendizaje Basado en Problemas, en cambio, se parte de la base de preguntas y problemas y necesidades cotidianas, sobre los cuales los alumnos investigan y proponen soluciones.
 

La asignatura de Filosofía Política permite promover espacios para que los jóvenes aborden problemas concretos a partir de habilidades propias de la disciplina; por ejemplo, el planteamiento de problemas, la reflexión crítica y la creatividad. Además, se puede vincular interdisciplinariamente las interrogantes propias de la filosofía política con los temas abordados en otras asignaturas, como Educación Ciudadana, Ciencias, Artes, Educación Física e Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Como ejemplo, en la sección de Anexos se incluye una propuesta de Proyecto Interdisciplinario, en el que se invita a los alumnos a aportar a la solución de un problema dentro de su comunidad.
 

CIUDADANÍA DIGITAL

Las habilidades de alfabetización digital y de uso de tecnologías que se promueven en las Bases Curriculares de 3° y 4° medio, como parte de las Habilidades para el siglo XXI, son fundamentales para generar instancias de colaboración, comunicación, creación e innovación en los estudiantes mediante el uso de TIC. También contribuyen a desarrollar la capacidad de utilizarlas con criterio, prudencia y responsabilidad.
En las asignaturas de Filosofía se promueve el uso de TIC, ya que ellas permiten acercarse a una amplia variedad de fuentes para abordar problemas y fundamentar sus opiniones, y acceder a herramientas y recursos para leer textos filosóficos, desarrollar investigaciones, comunicar y difundir trabajos y proyectos. Además, generan la necesidad de reflexionar sobre su alcance, relevando el juicio crítico como una habilidad fundamental asociada a su uso responsable y ético.

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